La agonía del pequeño contribuyente
Guatemala, lunes 30 de abril de 2012
La eliminación del crédito fiscal a las facturas de los pequeños contribuyentes podría llevar a que muchas empresas prescindan de comprar sus productos o servicios.
Edgar Arévalo, quien lleva siete años de trabajar como taxista independiente para varias empresas, está preocupado por las nuevas medidas tributarias.
La ley Anti Evasión II recientemente aprobada por el Congreso eliminó el crédito fiscal a las facturas que emiten los pequeños contribuyentes como él, por lo que teme que las empresas a las que presta servicios ya no quieran contratarlo, debido a que ya no podrán acreditar el Impuesto al Valor Agregado (IVA), lo que les representará absorver un costo del 12 por ciento en sus balances, y opten por contratar a otro proveedor inscrito bajo otro régimen fiscal más favorable.
La legislación anterior definía a un pequeño contribuyente como un empresario que factura menos de Q60 mil anuales; con la reforma tributaria este límite se amplió hasta Q150 mil al año y deberá pagar el 5 por ciento de sus ingresos brutos al fisco en forma mensual (anteriormente era cada trimestre). Para 2013 la tasa subirá al 6 por ciento y al 7 por ciento a partir de 2014.
La situación de la eliminación del crédito fiscal podría subsanarse si Edgar se cambiase de régimen tributario; sin embargo, la ley señala que puede hacerlo hasta el próximo ejercicio fiscal, es decir, a partir del 1 de enero de 2013.
Allan Türckheim, consultor de Asesores Jurídicos y Financieros, explica que las reformas tributarias aprobadas les restan competitividad a los microempresarios, ya que se encuentran bajo el régimen de pequeño contribuyente –cuyas facturas no generan derecho a devolución de crédito fiscal.
“De un momento a otro el costo del pequeño contribuyente subió 12 por ciento (el IVA que ya no es posible acreditar) y muchas grandes empresas podrían ya no querer contratar a los micro empresarios para que no afecte sus costos y la factura sea igual como se venía haciendo”, dice el consultor.
En la práctica el pequeño contribuyente tenderá a desaparecer, agrega.
Fomenta la informalidad
Para el consultor Óscar Chile Monroy, dichas reformas no generarán una desaparición del pequeño contribuyente, pero si disminuirá su cantidad ya que podrían migrar hacia la informalidad, “eso sí sería un problema, ya que podría disminuir los ingresos del Estado”.
“La intención de la reforma es ampliar la base tributaria, permitiendo la inscripción de más pequeños contribuyentes ampliando el techo de Q60 mil a Q150 mil anuales. Como está estructurado ahora ya nadie quiere ser pequeño contribuyente porque no le pagan el IVA”, destaca Chile Monroy.
El auditor agrega que las facturas del pequeño contribuyente no son útiles para la planilla del IVA y las personas en relación de dependencia podrían optar por caer en una mala práctica: “Si me vende, no me dé factura porque no me sirve”.
Falta de información
Pavel Centeno, ministro de Finanzas Públicas, reconoce que la información por parte de la Administración Tributaria no ha sido la más adecuada, ya que los contribuyentes pueden elegir a cuál régimen pertenecer sin ninguna limitación.
“No creo que los empresarios que no van a recibir crédito fiscal de esas facturas despidan gente o dejen de contratar los servicios de alguien. Es opcional, pueden quedarse en el régimen que mejor le favorezca, no es necesario que facture los Q150 mil al año, si se queda en el régimen general seguirá siendo objeto de crédito fiscal para quien lo contrate”, destaca Centeno.
Además, considera lejana la probabilidad de que las personas se pasen a la informalidad, porque si los empresarios que se vean afectados por no recibir el crédito fiscal pueden optar por contratarlos y volverlos asalariados, “opciones hay, lo que falta es información, por el momento las personas pueden preguntar a la SAT”, concluye.